Por más que digamos: no te la tragues!.... es imposible evitar que, lavándose la boca, los chiquillos no se traguen la pasta de dientes...
Desde que tengo hijos, creo que he usado solo un bote de pasta de dientes comercial de una marca de cosmética natural muy conocida, pero ni siquiera lo hemos terminado... porque ninguna me acaba de convencer. Y qué decir del resto de marcas...
Lo primero que una pasta de dientes infantil debe tener, es un sabor y textura agradables, para que a los más pequeños no les cueste el cepillado y creen el hábito de lavarse los dientes.
Por otro lado, no deben tener sabor a chuchería... porque no creo que sea recomendable acostumbrarles a estos sabores dulces y sintéticos.
Y finalmente, debe ser totalmente alimentaria, pues queramos o no, se la acaban tragando...
Realmente, una buena protección para al boca de los niños, es tener una alimentación sana, lavando los dientes siempre después de las comidas. No hacen falta aditivos, como flúor, xilitol, etc. que pueden ser dañinos para la salud.
Con esta fórmula, cuidan la boca de forma sana y natural. Además, gracias a su extracto de frambuesa* y aceite esencial de naranja* (*Bio), convertimos la rutina de lavar los dientes, en un gesto agradable y divertido...
